lunes, 31 de octubre de 2011

La Coherencia como Dirección de la Vida

Si se quisera dar alguna dirección a los acontecimientos, habría que empezar por la propia vida y, para hacerlo, tendríamos que tener en cuenta al medio en el que actuamos. Ahora bien, ¿A qué dirección podemos aspirar? sin duda a la que nos proporciones coherencia y apoyo en un medio tan cambiante e imprevisible.


Pensar, sentir y actuar en la misma dirección es una propuesta de coherencia en la vida. Sin embargo, esto no es facil porque nos encontramos en una situación que no hemos elegido completamente.

Estamos haciendo cosas que necesitamos, aunque, en gran desacuerdo con lo que pensamos y sentimos. Estamos puestos en situaciones que no gobernamosl.

Actuar con coherencia más que un hecho es una intención, una tendencia que podemos tener presente, de manera que nuestra vida se valla direccionando a ese tipo de comportamiento. Es claro que únicamente influyendo en ese medio podremos cambiar parte de nuestra situación. Al hacerlo, estaremos direccionando la relación con otros y otros compartirán tal conducta. Si a lo anterior se objeta que algunas personas cambian de medio con cierta frecuenccia en razón de su trabajo o por otros motivos, responderemos que eso no modifica en nada lo planteado, ya que simpre se estará en situación, siempre se estará en un medio dado. Si pretendemos coherencia, el trato que demos a los demás tendrá que ser del mismo género que el trato que exigimos para nosotros. Así, en estas dos propuestas encontramos los elementos básicos de dirección hasta donde llegan nuestras fuerzas.

La coherencia avanza en tanto avancen el pensar, sentir y actuar en la misma dirección. Esta coherencia se extiende a otros, por que no hay otra manera de hacerlo, y al extenderce a otros comenzamos a tratarlos del modo que quisieramos ser tratados.

Coherencia y solidaridad son direcciones, aspiraciones de conductas a lograr.
Paz en el corazón, luz en el entendimiento.


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